jueves, 5 de febrero de 2009

Del otro lado del camino---Por Nacho Avalos.



Una historia de Dandy Avalos---En las penumbras de la lujosa oficina el jadeo era casi inperseptible, pero la pasión los impulsaba cada ves más al abismo de la lujuria, entrelazados los dos cuerpos se fundían en el deseo hasta que el sonido del teléfono casi para el corazón de Carlos -¡mi mujer- dijo el joven ,- no te preocupes dijo Laura la secretaria-, y agrego, -ella no ve lo que estas asiendo-, y siguió perdida en caricias, el joven tomo temblorosamente el teléfono,-¡hola -dijo , del otro lado se escucho -¿Carlos-, -¡ hola mi amor -dijo el joven-, la mujer contesto, -disculpa mi amor te aviso que voy al medico , pabilito esta con mucha fiebre, cuando terminas pasa por el consultorio que te espero chau- .-Ok acabo con lo que estoy haciendo y voy, chau mi amor-, y mientras colgaba miraba la picara sonrisa de Laura que le decía, -yo lo ayudo a acabar con el trabajo señor-, mientras la hermosa mujer se sumergía en la entrepierna del joven. Ya en la cochera del edificio Carlos mientras abría la puerta de su auto preguntaba -¿te llevo?-, Laura contestó -¡no anda porque tu hijo esta enfermo-, Carlos con una sonrisa le dice, -hay tiempo te llevo y después boy, ¡total quince minutos por la autopista y llegamos ¿nosierto?- , ella acomodando su bolso lo mira , y en una intima complicidad los dos se sonríen. El auto toma a gran velocidad la autopista, dos manos del mismo sentido daba tranquilidad para apretar el acelerador, a pocos kilómetros, en una larga recta algo muy raro llama la atención de la pareja, un par de luces muy brillantes se acercaba a ellos a gran velocidad, Carlos baja la velocidad -¿Qué es eso?- pregunto Laura -¡no tengo idea pero viene muy rápido- dijo Carlos mientras apretaba el freno, pero no fue suficiente la pareja sintió como las luces los traspasaba y sus ojos se hundían en una dolorosa oscuridad .Lugo de golpe la luz volvió y ellos se encontraron solos en medio de unos de los carriles de la autopista, envueltos en una espesa niebla, -¿Qué paso-? dijo Carlos,-¡¡nose!!- dijo la asustada joven y agrego -pero vamos que debe ser tarde-, el joven presuroso intenta encender el auto sin resultado, -no hay caso vamos a tener que esperar- dijo mientras buscaba el teléfono en el bolsillo de su saco, pero con asombro se da cuenta que su teléfono tampoco enciende, entonces le dice, -Laura dame tu teléfono que el mío no funciona-, la joven ya con cara de asustada dice el mío tampoco, lo mismo que mi reloj, -¿Qué paso Carlos? esto ya me esta asustando-, -no te preocupes allá adelante se ve una luz debe ser un teléfono publico, vamos- dice Carlos y empiezan a caminar en la niebla, cuando iban llegando algo que escucharon los asusto -¿Qué fue eso?- Pregunto la joven, -¡¡parecen gritos!!- dijo Carlos, -esto meda mucho miedo, esta niebla no me deja ver el piso-, -no te detengas ya estamos cerca-, dijo el joven -¡si es una cabina telefónica, estamos salvados!!-, pero la joven volvió a decir, -Carlos ¿te diste cuenta que no se ve el cielo, es todo niebla ¿Qué carajo esta pasando?- dijo la joven desesperada, Carlos trato de tranquilizarla y le dijo, -por favor cálmate, te prometo que te voy a sacar de aquí-, fue en ese momento que la joven grito -¡mira, del otro lado-, Carlos levanto la cabeza y miro, del otro lado de la autopista havía un hombre mirando, el joven salio corriendo, cuando llego al guardarrai se dio cuenta que havía un gran sanjon imposible de pasar, entonces le gritó al hombre, y hay se dio cuenta de algo que le congelo la sangre, donde estaba el hombre no havía niebla, estaba todo claro y se veía un pueblo a lo lejos, el joven trato de no desesperarse y volvió a gritarle, el hombre se dio vuelta, pero no se le alcanzaba a ver la cara, -escuche-, grito el joven,-¿ como puedo pasar?- y el hombre del otro lado le contesto no -¡no se puede-, rápido el joven volvió a gritarle, -entonces llame a un auxilio mecánico o a la policía-, pero el hombre volvió a decirle, -no se puede-, entonces el joven pregunto -¿Por qué no?- el hombre sin rostro le contesto, -POR QUE USTED ESTA DEL OTRO LADO-, luego se dio vuelta y camino al pueblo que se veía a lo lejos, el joven ya desesperado gritaba, -¡¡no se baya!! , ayúdenos por favor-, pero el hombre se perdió a lo lejos, desesperado el joven corrió hasía la cabina telefónica, cuando llego se dio cuenta que la joven ya no estaba, entonces grito -Laura donde estas-, pero solo el silencio fue la respuesta, sin pensar más entro en la cabina, levanto el tubo y marco el 911, pero del otro lado solo se escucho un grito desesperado que decía, -Carlos ayúdame-, el joven no entendía nada solo dijo -¿Laura donde estas?-, entonces los gritos se escucharon ya mas cerca, el joven corrió en busca de la desesperada chica, pero todo lo que encontró fue una espesa niebla, de pronto como por arte de magia Laura se apareció, su rostro era pálido y sus ojos estaban desencajados -¿Qué te paso?- Dijo el joven, Laura llorando le contesto, -ellos nos buscan, dicen que les pertenecemos- -¿Qué estas diciendo quienes son ellos?- La joven levanto la cara y miro hasía la niebla, fue hay cuando Carlos se dio cuenta que la joven era sostenida por dos manos amarillentas y huesudas que salían de la gélida bruma .Al joven lo inundo un miedo profundo, pero no tubo tiempo de reaccionar, porque una voz ronca que salía de la nada lo paralizo, -¡hola Carlos los estábamos esperando-, luego una risa aterradora hizo pedazos el silencio de la noche, y la maldita niebla se trago los dos jóvenes cuerpos.

El auto policial lentamente va deteniendo su marcha, parando justo frente al hermoso jardín de una gran casa, dos policías bajan y tocan timbre, se abre la puerta de la casa y de su interior sale una joven mujer con su hijo en los brazos, -¿la señora de Carlos Jiménez?- Preguntaron los agentes, la mujer respondió -si ¿Por qué?- uno de los policías le dijo,- lamentablemente tenemos una mala noticia, anoche su esposo tubo un accidente y falleció instantáneamente-, -¡¡¿Cómo?!! no puede ser-, dijo la mujer ya ahogada en llanto, el policía siguió contando, -un camión sin motivo conocido se metió de contramano en la autopista y los envistió, también falleció de la misma forma su secretaria que en ese momento viajaba con el-, la mujer tragando llanto, apretó a su hijo contra su pecho, entro y serró la puerta.



Nunca se sabe cuando la muerte nos va a venir a buscar, pero seria bueno saber si estamos del otro lado del camino ¿no?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues sí, la verdad es que sería bueno tener esa certeza, de que hay otra vida, aunque yo estoy convencida de ello.
Buen relato. Un saludo Nacho

Ciudadanakeing

Anónimo dijo...

Un buen relato, la muerte... todos tan temerosos de ella, siendo algo tan necesario y esencial. Imagina por un momento que dejara de morir la gente, sería una gran catástrofe para la humanidad.
Leí un libro de Saramago (Las intermitencias de la muerte), que daba un buen ejemplo de esto.

Un abrazo.

Sinuhé, de Tejiendo el Mundo

Anónimo dijo...

Muy buen relato Nacho, por todo lo que cuentas más vale estar en paz no????
Saludos desde Florencia (Santa Fe)

Unknown dijo...

Hola, dejaste un comentario en el directorio del GRUPO UNIBLOG y alli mismo te dejamos la respuesta y el enlace para que pueda unirte.
http://grupouniblog.blogspot.com/2009/02/libro-abierto-todas-las-descargas.html

Saludos

Daniel Chao dijo...

Nacho, buen cuento. Fiajate tu ortografía nomás. Saludos rosarinos.

Daniel