jueves, 16 de abril de 2009

EL NEPHILIN-(El hijo del cielo)





-Tu papa esta en el cielo- dijo la mujer mientras se hamacaba en el viejo sillón de mimbre. La manta tapaba al bebe que descansaba en sus brazos, sus enormes ojos azules no dejaban de mirar la inmensidad estrellada de la noche.
Esta situación se repetía a diario en el rancho de los Sánchez. Estela era una hermosa gringa de ojos azules, ella vivía sola con su pequeño hijo Matías de nueve meses, un chico muy peculiar o como dijo la partera que la atendió en su casa -“es un chico diferente”- realmente asombrada por lo que veía. El chico era prematuro, pero lo impresionante era su enorme cabeza calva, sus grandes ojos azules resaltaban en contraste con su casi transparente piel, los dedos de su mano eran largos y delgados.- ¿Y su papa?- pregunto la partera, la madre sin mirarla solo dijo -su papa esta en el cielo- y no dijo más.
La joven madre no había tenido una vida muy feliz que digamos, sus padres habían desaparecido de una forma muy misteriosa después de la última lluvia de estrellas y ella quedo embarazada al poco tiempo sin que nadie conozca al novio. La historia de los Sánchez no era de color rosa pero a pesar de ello Estela se las arreglaba bastante bien en su pequeño campo y cuidando a su hijo. En el pueblo se comentaban muchas cosas con respecto a ellos pero tomando en cuenta que el pueblo llamado campo del cielo quedaba a 20 km y que el vecino más próximo eran los Camacho, una pareja con cinco chicos, estaban a quince cuadras, poco importaba el diseque.
Todo esto no pasaría de una historia común de campo, sino fuera por los últimos misteriosos y escalofriantes sucesos. Dicen los Camacho que un sábado por la tarde se apareció por su casa Estela y les dijo si no les dejaba a los chicos ir al cumpleaños de Matías y que ella se encargaba de llevarlos y traerlos, entonces los Camacho que habían conocido a los padres de la Estela accedieron. Hasta ahí las cosas parecían normales, hasta que se hizo las doce de la noche y Estela no aparecía con los chicos. Fue allí cuando la pareja decide ir a ver que pasaba, pero cuando iban llegando a la casa lo que vieron los paralizó del miedo, una enorme luz descendió en el patio del rancho de los Sánchez y fue todo lo que vieron. Luego de eso sus cuerpos se aflojaron y perdieron el conocimiento.
Cuando despertaron, ya era de día, corrieron para el rancho de Estela con un mal presentimiento, el miedo agitaba sus corazones desenfrenadamente, cuando abrieron la puerta del rancho lo que vieron los petrifico, el sol iluminaba el horrendo paisaje, era como si se hubiesen abierto las puertas al infierno, del techo del rancho colgaban los cinco cuerpos, sin vida de sus hijos, estaban abiertos al medio, y sus interiores estaban vacíos, parecían envejecidos, como si les hubieran chupado hasta la ultima gota de vida. El llanto y la desesperación se apodero de los dos, la mujer dijo- ¡Lo que hizo esto no pude ser humano!-, fue ahí cuando escucharon el chillido del sillón de mimbre y salieron al patio de atrás, era Estela que se hamacaba sin parar con la vista perdida en el cielo, el hombre saltó sobre ella zamarreándola y le gritándole -¿¡¡Que pasó Estela, quien les hizo eso a los chicos!!?-, ella no decía nada solo miraba el cielo, la mujer preguntó -¿también se llevaron a tu hijo?- Ahí Estela los miro con los ojos perdidos y les dijo, -Nadie creía en mí, ni Matías, cuando le decía su papá está en el cielo, y bueno fue ayer cuando vino a buscarlo, comieron y se fueron al cielo, pero “van a volver, van a volver, van a volver, si, cuando tengan hambre van a volver”- Fin