martes, 28 de septiembre de 2010

COMENTARIO DEL AUTOR


MIEDO, es un ataque de nostalgia, que me traen recuerdos de mi niñez, esas noches de pesadillas por escuchar relatos, que nos contábamos en rondas de amigos, relatos que tenían que ver con el lobizón, el pombero y otras leyendas que en aquel entonces estaban en su apogeo.
Tantos recuerdos hermosos, que hoy me causan ternura y felicidad al recordarlos, saben, yo pensaba que avía tenido una infancia dura pero hoy analizándolo con el peso de los años y a pesar de de las carencias y la falta temprana de mi padre, compruebo que e tenido una infancia que hoy puedo recordar con felicidad.

MIEDO




La hambrienta noche, devoraba amorosamente a la poca luz de la tarde, mientras la dorada puerta de los sueños se abría.
El brillante vuelo del pájaro de la imaginación daba comienzo, un vuelo agigantado por el oscuro manto del nunca esperado miedo.
Ya no era el ave de vivos colores que revoloteaba en los pensamientos del pequeño, se había transformado en un negro buitre que hurga atrevidamente en las ocultas miserias.
Una helada brisa de miedo anunciaba su áspera presencia.
El estomago del pequeño, se hundía en un vacio interminable.
Sabía que el crucifijo y sus sabanas no eran suficiente escudo.
¡Esta al caer! ¡Ya es hora! ¡Nada lo detendrá!
Cuando en la vieja y despintada puerta del ropero, aparezcan sus largos y peludos dedos, todo comenzara.
El implacable dueño de la oscuridad, te llevara a conocer su cenizo mundo de pesadilla.
¡No hay escapatoria! como el canto de las sirenas, un aliento de sueño adormece a la pequeña presa, para hacerle probar la hiel de sus miedos.
De pronto el miedo se trasforma en desesperación, y un grito ahuyenta a la bestia ¡MAMÁAAA!
La llegada de la luz quema los ojos del pequeño, pero lo tibio del abraso de su madre calma su atormentado corazón ¡Todo termino!
¿Sera que hoy el peso de los años saca flote estos recuerdos?
Solo me queda el dulce sabor de la niñez y el frio de unas sabanas mojadas por el miedo.